23 12 2021 TRISTE DESTINO DEL CONVENTO DEL ROSAL
En cada visita a la comarca de Priego suelo incluir, como si formara parte de un ritual establecido, el acercamiento a las ruinas del convento del Rosal. Lo hago siempre (también esta vez, hace unos días) animado con la secreta esperanza de que las obras de reconstrucción hayan avanzado algo desde la última visita. Es una ilusión vana, acompañada, siempre, de la conveniente frustración al comprobar, sobre el propio terreno, que todo sigue igual, o sea, en situación inmóvil, como si no pasara el tiempo, como si no fuera necesario o conveniente hacer algo para que estas hermosas ruinas salgan de su ya muy prolongada postración y alcancen una estructura más definida que ayuden a contemplarlas con un sentimiento menos triste del que ahora producen. De lo que fue potente recinto conventual, fundado en el siglo XVI, sobreviven la iglesia y el claustro, ambos en situación muy preocupante. Del propio monasterio no queda...