Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2019

23 11 2019 AQUELLOS POLVOS Y ESTOS LODOS

Imagen
Aquellos polvos y estos lodos Corre libremente por las redes y los correos un manifiesto firmado en origen por varias personas destacadas y bien conocidas en distintos ámbitos sociales y culturales de nuestra provincia, con el que se quiere poner el acento en el ya muy serio problema que acongoja a un territorio, el del centro de España (la Celtiberia, podríamos decir), víctima de un terrible proceso de despoblación que conduce a comarcas enteras a una situación de vacío humano que lleva consigo, casi de forma inevitable, el abandono del lugar y su ingreso en el repertorio de ruinas deshabitadas.         Casi nadie quiere señalar con el dedo la responsabilidad directa que recae sobre los poderes públicos que vienen rigiendo este país,   mediante una decisión fría, irracional, tomada desde las alturas, con el firme propósito de desertizar una gran parte del territorio. Corrían los últimos años del franquismo cuando un engendro titulado Plan de Desarrollo Económico y Social d

16 11 2019 UN VERDE ESPACIO PARA LA LIBERTAD

Imagen
Un verde espacio para la libertad, la tertulia y el amor  No suele haber mucha gente en el jardín de El Salvador. Ni siquiera ahora, en que una bondadosa intervención le ha dado un valioso repaso, eliminando todo lo que el paso del tiempo (y el abandono) había ido deteriorando para devolverle un cierto aire de dignidad que le ayuda a cumplir el importante papel que le corresponde como único espacio verde situado en el mismo corazón del casco antiguo de Cuenca, cuya severidad urbanística se ve aligerada por la presencia de este mínimo pero importante enclave de vegetación, donde solo hay arquitectura y empedrados.         Cuesta imaginar cómo era este espacio de la ciudad hace apenas poco más de cien años. Aquí mismo se encontraba la iglesia de San Vicente, algo más allá la de San Esteban y casi al lado la de El Salvador, todas ellas apenas a doscientos metros una de otra. La primera citada parece que era de considerable volumen por lo que cuando fue derribada, ya en la

09 11 2019 TODO SIGUE IGUAL, NADA CAMBIA

Imagen
Todo sigue igual, nada cambia Coincide la entrada del otoño, esa estación climática marcada literariamente por un sentimiento de nostalgia, o quizá de melancolía, con el más absurdo e incomprensible de los tiempos políticos vividos en este zarandeado país y eso que ya llevamos tantos seguidos, uno detrás de otro, que deberíamos estar acostumbrados a saber que la zozobra es nuestro estado de ánimo natural. Con todo lo que está pasando, la esperanza envuelta en una leve sombra de optimismo nos hace pensar (creo que a la absoluta mayoría) que después de lo que pase el domingo, unos y otros serán capaces de ponerse de acuerdo para dejarnos en paz durante un razonable periodo de tiempo, al menos para que podamos recuperar el aliento y recobrar algo de confianza.       Mientras la inestabilidad campa tristemente en el territorio controlado por los seres humanos, la naturaleza desarrolla imperturbable sus ciclos, marcados rigurosamente desde el primer estallido atómico y a pes

02 11 2019 LOS SONIDOS ENVOLVENTES DE MANGANA

Imagen
Los sonidos envolventes de Mangana Quienes tienen la afición y la curiosidad por internarse a veces en los vericuetos que ofrecen los viejos periódicos saben de sobra que su estructura de contenidos es radicalmente diferente a los de ahora. Lógico, porque los tiempos cambian y las modas imponen nuevas normas y costumbres. En esos paseos por las añejas páginas, carentes de color y elaboradas por lo general con unas ideas estéticas muy austeras, se encuentran noticias curiosísimas que hoy sería impensable leer y que nos transmiten el pálpito de una sociedad cuya vida cotidiana quedaba recogida en los papeles informativos. Todo ello, claro, antes de que se inventaran los variados mecanismos de comunicación que hoy tenemos a nuestra disposición.        Hay, en todos los medios, creo yo, excesiva atención por los grandes temas que preocupan colectivamente y que quizá por ello ocupan de manera desaforada páginas impresas y horas de emisión, mientras que otros mínimos sucesos domé

26 10 2019 INCÓGNITAS PENDIENTES DE SOLUCIONES

Imagen
Incógnitas pendientes de soluciones Educadamente, acepto la invitación y acudo a una presunta reunión con el ministro de Cultura, cita en la que estaremos, creo, un grupo (no se cuánto de numeroso) de personas vinculadas con la actividad cultural. Por lo general, no me siento cómodo en este tipo de asambleas y menos aún si, como ocurre en este caso, rodea al ministro un enjambre de políticos, porque el partido aprovecha la oportunidad para realizar un considerable despliegue de elementos. Y ahí estamos ya, amistosamente sentados alrededor de una larga mesa, cada uno inmerso en sus propios pensamientos y objetivos. Como suele ocurrir en estos casos, pronto se significan los que vienen a saber qué hay de lo mío, de los problemas, casi siempre económicos (¿dónde no los hay?) que acongojan a no pocos sectores de actividad, en todas partes, y más que en ninguna en el ámbito de la gestión cultural. Pero se echa en falta, siempre o casi siempre, planteamientos globales, declaracio

19 10 2019 SUPERVIVIENTE DE UN TIEMPO NOSTÁLGICO

Imagen
Superviviente de un tiempo nostálgico Creo que ya en alguna ocasión anterior me he referido al papel social y emblemático que representan algunas personas por su íntima vinculación con la ciudad en que viven, hasta el punto de poder ser identificadas como elementos del paisaje urbano, tan incardinados en él como lo puedan estar las farolas, los árboles callejeros o los semáforos. Naturalmente, y para que nadie piense mal, no pretendo en absoluto asimilar un ser humano a un poste luminoso, ni mucho menos. Me refiero solo a cómo la presencia de esas personas, su cotidianeidad permanente, consigue que se produzca una intercomunicación tan íntima con el ambiente que llegan a convertirse en parte indisoluble de ese entorno. Antonio Pérez, me parece, ha alcanzado ese grado de identificación con la ciudad en que vive, sobre todo con el casco antiguo, que es por donde deambula de manera constante, acompañado del reconocimiento vecinal.         Probablemente ya no queda por aquí nad