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Mostrando entradas de julio, 2022

14 07 2022 MÚSICA Y PALABRAS EN EL PATRIMONIO EDIFICADO

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  Si las piedras hablaran, ¿qué nos dirían, desde una sabiduría acumulada durante siglos? Las piedras son, aparentemente, materias insensibles, inertes, carentes de sentimientos, sin vida propia y, por tanto, incapaces de tomar decisiones por sí mismas, maleables por las manos humanas que las pueden fragmentar, pulir, cortar, pegar, cercenar, amontonar o cualquiera de los otros muchos verbos aplicables al tipo de faenas variadas que se pueden desarrollar con ellas. Hablo, en este caso, naturalmente, de piedras nobles, pulidas, hábilmente estructuradas, no solo de los sencillos y humildes cantos rodados que sirven para menesteres prosaicos. Estas piedras, que he visto, pisado y admirado en docenas de ocasiones están llamadas a cobrar ahora una nueva vida, que no les surge de su interior inanimado, sino de las aportaciones que les llegan del exterior, en forma de seres humanos que acuden, al parecer masivamente, atraídos por incitaciones envueltas en música y que, de esta forma, establec

07 07 2022 SORPRENDENTE, INCANSABLE, CARLOS DE LA RICA

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  El panorama humano que ofrece la provincia de Cuenca tiene catalogados un extraordinario mosaico de individuos, casi todos hombres, pero también alguna mujer, con los que se podría formar un extraordinario panel figurativo en el que cabría toda suerte de especímenes, incluyendo algunos pícaros selectos que darían alegría al conjunto. Algo de eso es lo que hizo Víctor de la Vega con su Retablo (en el primer piso de la Diputación) pero aquí hay solo héroes, santos y personajes brillantes. Yo hablo de ampliar el repertorio para dar cabida a sujetos verdaderamente originales, atrevidos, creativos, trasgresores de las normas. Como lo fue Carlos de la Rica, al que hoy quiero sacer del secular olvido en que descansa su memoria y ello porque hay un motivo concreto que merece la pena considerar. Escritor y sacerdote (o a la inversa), nació en Asturias donde su padre, militar, estaba destinado, regresando a Cuenca cuando todavía era un niño; ingresó en el seminario conquense en 1946, partici