26 08 2021 EL VIEJO DEBATE ENTRE BARBARIE Y EDUCACIÓN
A los seres humanos, en general, nos atraen las noticias referidas a grandes obras, cuanto más faraónicas, mejor. Que se hagan grandes autovías, que se multipliquen las líneas del AVE, que se construyan poderosos rascacielos, que se tracen espectaculares puentes, que se amplíen sin límite los aeropuertos hasta producir monstruosas e incontrolables terminales. Noticias que, como es natural, deben ir acompañadas de los correspondientes cientos de millones que se van a invertir en semejantes empeños llamados más a suscitar la atención mediática que quizá a resolver auténticos problemas. Pero los seres humanos, ya lo he dicho, sienten atracción por ese tipo de mensajes e incluso los echan en falta cuando no se producen. En cambio, las noticias pequeñas, casi minimalistas, apenas si despiertan una atención momentánea, quizá un gesto de simpatía hacia lo que puedan tener de propuesta romántica. Cierto que no solucionan ninguno de los graves problemas que nos acongojan, desde la