Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2020

12 12 2020 LA DESOLADA IMAGEN DE LA ESTACIÓN

Imagen
       Si hay un tema sobre el que tengo una profunda simpatía, alimentada durante muchos años, es el que tiene que ver con el ferrocarril en general y especialmente con esa variante que venimos denominando el convencional, o sea, el de toda la vida, el que va renqueante y con tropezones (rara es la semana que no se produce alguna avería), marchando a paso de tortuga y pasando por delante de lugares donde hubo (y ya no hay) estaciones, mientras espera que en algunos de esos puntos suba o baje alguno de los pocos pasajeros que aún lo siguen utilizando. Por esa simpatía innata en mí y por un rescoldo que aún me queda de afición por las causas perdidas, me conmueve que de vez en cuanto se alce una voz reivindicando el que fue importante servicio público, condenado a desaparecer mediante un acto voluntario, consciente y premeditado, de quienes debieran haber hecho todo lo posible por mantenerlo activo. La verdad, no creo que ya sea posible.      Viví en una casa situada justo sobre el pa

05 12 2020 LIMPIAR LA CIUDAD DE OBJETOS INÚTILES

Imagen
        Los lectores me perdonarán (si quieren hacerlo, claro) pero soy un ciudadano escéptico en todo lo que tiene que ver con las denominaciones, más o menos solemnes, que se adjudican a entidades, colectivos o personas. Tenemos muy reciente la manera estrepitosa como se ha desmontado el mito de que teníamos la mejor Sanidad del mundo. Ha bastado una oleada de microvirus para llevarse por delante una afirmación que, por estar asentada en pies de barro, se ha desmoronado en menos de lo que tardo en escribir estas líneas. Podríamos poner otro camelo que igualmente se repite de manera constante, el que convierte a Cuenca en una ciudad cultural de primer orden cuando tiene tales penurias y deficiencias que apenas si destaca por encima de otras de un nivel muy inferior       Ahora resulta que la ciudad se adhiere a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes, título que entregará una empresa pública hasta ahora desconocida para mí (y supongo que también para el común de los mortales), qu

28 11 2020 UN JARDÍN ROMÁNTICO EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD

Imagen
  Todavía son muchos los que llaman El Vivero al parque de Santa Ana, como queriendo ignorar que el tal vivero desapareció del ámbito ciudadano hace ya muchas décadas, pero esta es una ciudad en la que algunos títulos arraigan y resisten incólumes, aunque cambien las generaciones (otro ejemplo: se sigue diciendo Paúles y Oblatos, aunque de tales religiosos se perdió el rastro ni se recuerda cuándo). Supongo que estas cosas son de las que resisten cualquier análisis objetivo, porque funcionan en el terreno de los sentimientos y no de la razón.       En el caso del Vivero, probablemente nadie piensa, cuando se pronuncia tal palabra, en su auténtico significado, que no tiene nada que ver con su naturaleza actual, la de un amplio espacio ajardinado, un auténtico parque urbano, que desde siempre ha asumido un papel de hermano menor, un segundón que se mantiene humildemente a la sombra del parque de San Julián, que siempre ha contado con las preferencias de los ciudadanos y, por supuesto,